A una semana del sismo de 7,1 que dejó 331 muertos en todo el país, la mayoría de ellos en Ciudad de México, hay muestras de agradecimiento por los rescates pero también reclamos por la falta de información sobre quienes siguen entre los escombros.
Algunos equipos de rescate internacionales como el de Japón abandonaron desde el lunes por la noche el país, mientras que los de El Salvador, Honduras y Panamá lo harán este martes.
"Hemos terminado nuestras labores de rescate, muchas gracias por las innumerables voces de ánimo y de agradecimiento de parte del pueblo y el gobierno mexicanos, amigos en la adversidad", dijo Toshihide Kawasaki, líder del equipo nipón en un mensaje difundido por la embajada de Japón en México.
Sin embargo, en algunas zonas de la ciudad, como en el edificio de la céntrica zona Roma-Condesa, siguen los trabajos de rescate en medio de reclamos de familiares visiblemente cansados por no tener información sobre sus seres queridos.
Varios rescatistas mexicanos trabajan todavía ahí de la mano de equipos internacionales como el de Israel.
"Sabemos que tenemos nuestra misión, que es rescatarlos y salvar vidas", dijo a la cadena Televisa Karen Vidka, rescatista de Israel.
Muchos de los familiares de las personas atrapadas en ese edificio han dormido en un campamento improvisado y durante la noche del lunes expresaron sus reclamos en un mensaje a la prensa.
"Queremos información (...) Nos han tenido engañados. Ayer querían entregarme un cuerpo que no era mi sobrina, ya la encontré en el Semefo (servicio médico forense)", dijo a medianoche en una improvisada rueda de prensa una mujer que dijo ser tía de una de las víctimas.
Hasta el lunes, Protección Civil contabilizaba cerca de 40 familias que esperan personas en ese edificio, en medio de rumores sobre el hallazgo de cuerpos.
"La paciencia ya se agotó, no podemos seguir esperando. Actualicen las listas por favor, que den las cifras reales de los cuerpos que hay en los semefos", dijo de su lado Martín Astrada, quien dice tener a un familiar desaparecido.
En esa zona, el equipo colombiano informó que logró recuperar seis cuerpos pero las autoridades locales no han confirmado la información.
"El malestar es general, pero hay formas de expresarlo. Hay gente que tiene miedo, que se siente muy mal, que están completamente dormidos, hay gente que está muy rabiosa. Están ante una situación de no saber si tienen un familiar vivo o muerto", dijo a la AFP Sebastián García, voluntario que ha contribuido a atender a los familiares más cercanos de las víctimas.
En otras zonas de la capital, se informó que ya no hay cuerpos bajo los escombros y entró maquinaria pesada.
- Con ganas de volver a la normalidad -
En algunos edificios bajo riesgo, la gente busca desesperadamente poder ingresar para buscar sus pertenencias e intentar continuar con su vida.
Más de 9.000 inmuebles fueron revisados en toda la ciudad. La gran mayoría son habitables pero unos 300 presentan afectaciones graves por lo que pueden ser derrumbados, según la alcaldía.
En uno de ellos, cercano al edificio derrumbado en el barrio Roma, un equipo de ingenieros estadounidenses realizó una revisión y alertó que algunas grietas no tenían buen aspecto.
Los miembros de un despacho que lleva la contabilidad de varias empresas en ese lugar estaban particularmente preocupados.
"Seguimos esperando porque es el plan de nuestro trabajo. Sin esos papeles nos vamos a meter en muchos problemas, estamos esperando a que venga el dictamen, nos den un chance (oportunidad) de meternos a bajar cosas y ahí nos vemos (nos vamos)", dijo a la AFP, Juan Felipe Rodríguez, de 63 años, quien esperaba sentado en una silla frente al edificio.
Hasta la mañana del martes, sumaban 331 muertos: 192 en Ciudad de México, 74 en Morelos, 45 en Puebla, 13 en Estado de México, seis en Guerrero y uno en Oaxaca, según Protección Civil federal.